La sociedad paraguaya debe plantearse una nueva reforma de su sistema impositivo, que haga más justa la distribución de la carga pública y eleve la presión tributaria hasta el 15% del PIB. Este desafío conlleva nuevas reglas impositivas, una Administración Tributaria más eficiente y una mayor calidad del gasto público.
Esta reforma propone la modificación del impuesto a la renta, la creación de un impuesto único a la venta de granos, la generalización del IVA, la elevación de las tasas del impuesto selectivo al consumo, la rectificación de los regímenes especiales y el mejoramiento de la recaudación del impuesto inmobiliario.